La sostenibilidad ha pasado de considerarse exclusivamente un argumento ecologista a convertirse en un concepto socialmente muy valorado e indispensable para cualquier transacción de bienes y servicios.
El “Green Deal”, Pacto Verde Europeo, marcó la diferencia en marzo de 2020 y ya no hay vuelta atrás.
Cualquier producto no solo ha de parecer sostenible, como venía siendo habitual, ha de demostrar que lo es y que su incorporación al mercado no comprometerá ni el medio ambiente ni el bienestar actual ni el de futuras generaciones, contribuyendo, por supuesto, a un crecimiento económico sostenible.
La producción de alimentos, presentes y futuros, se ha de ceñir a este Green Deal por imperativo, es cierto, pero también por convencimiento y por sentido de pertenencia a una sociedad que ha decidido involucrar a todos sus sectores productivos en un nuevo modelo común y sostenible a todos los niveles.
Y porque la demanda va en esa dirección que el Acuerdo Verde Europeo ha convertido en única: la alimentación será verde y sostenible o no será.
Es necesario buscar referentes, porque en la industria alimentaria los hay.
Hay empresas que llevan años de ventaja apostando por una alimentación basada en plantas, sostenible y saludable que hoy es ya más que una tendencia.
Hablamos, por ejemplo, de Molendum Ingredients, filial del grupo Dacsa, que con una amplia experiencia en el mercado europeo, en desarrollo y fabricación de ingredientes para el sector de la alimentación, ofrece soluciones para rediseñar el, tan sostenible como saludable, futuro de la industria alimentaria.
Ese sí que es un argumento de peso a desarrollar.
El mercado demanda cambios porque los consumidores están en la vanguardia de la información, porque quieren alimentarse de forma saludable y contribuir al bienestar de futuras generaciones. Las empresas que ofrecen soluciones alimentarias han de pensar en clave sostenible si quieren permanecer, asentarse y crecer.
Calidad, sostenibilidad, variedad, fiabilidad y seguridad alimentaria… los clientes ya no se conforman con menos porque han descubierto lo que la industria es capaz de ofrecer y si una marca no les satisface, sencillamente, buscarán otra que lo haga.
Que cada empresa decida en qué lugar quiere estar y con qué criterio quiere desarrollar su línea de productos.
No es hablar por hablar, opinar o discutir. Los datos, fríos, claros y contundentes están ahí: un reciente estudio elaborado en 2021 por la empresa Ofertia, muy valorada por los consumidores medios, concluye que un 67% de los consumidores españoles tiene en cuenta la sostenibilidad de una marca antes de comprar sus productos.
Los consumidores están preparados, entrenados e informados, quieren consumir
productos sostenibles, quieren contribuir, poner su granito de arena y beneficiarse de ello con una alimentación más saludable que cuide mejor su cuerpo y les haga sentirse parte de un movimiento que busca el bien común.
El factor emocional tiene su peso específico, no lo olvidemos.
Ahora la pregunta es si la industria alimentaria está igual de preparada, entrenada e informada para ofrecer esos alimentos.
Molendum Ingredients lo está y, además, dispone de un equipo de asesoramiento para el desarrollo de nuevas líneas de alimentos que encajan a la perfección con la demanda de los conciéncianos consumidores. Porque Molendum ya ha interiorizado que la sostenibilidad ha dejado de ser un valor añadido para convertirse en el argumento principal a la hora de vender un producto.
