Añadir valor a productos de alimentación industrial con las legumbres

Añadir valor a productos de alimentación industrial con las legumbres

El elevado aporte proteico de las leguminosas, que oscila entre el 19 y el 36 %, convierte a esta familia en la principal fuente de proteína vegetal para la especie humana.

Son datos del Informe elaborado por la administración central española en colaboración con la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, Aecosan.

La versatilidad de las legumbres para preparados alimenticios en la industria alimentaria, sumada a su gran potencial nutricional, tanto en aporte proteico como en mejora de la digestibilidad de las proteínas; su alto contenido en fibra, y sus cualidades organolépticas, convierten a las legumbres deshidratadas y a sus respectivas harinas, en ingredientes completos para la alimentación saludable y consciente del siglo XXI.

La misma que cada día demandan y refrendan más hombres y mujeres comprometidos con una forma de alimentarse más saludable y respetuosa con ellos y con el planeta. Molendum Ingredients, filial del grupo Dacsa, pone al servicio de la industria alimentaria su fábrica de harinas integrales naturales de legumbres, obtenidas por molturación de diferentes granos con el objetivo de inactivar la lipasa, enzima responsable del enranciamiento cuando el grano entero se moltura.

Entre otras, Molendum ofrece a la industria alimentaria harinas obtenidas por molturación del garbanzo; de lenteja castellana y roja; de alubia blanca, roja o pinta y de guisante verde. Todas ellas, harinas que se están convirtiendo en ingredientes esenciales para la elaboración de productos compatibles con dietas vegetarianas y veganas, de alto valor proteico, excelente aporte nutricional y actividad antioxidante.

Porque estas harinas, además de estar libres de gluten, lo que las posiciona como aliadas nutricionales para personas celiacas, son especialmente saludables por su aporte mineral. Concretamente, la harina de garbanzo es rica en hierro y calcio y la de lentejas destaca en potasio y fósforo, al igual que la harina de guisante, que presenta también altos valores de magnesio.

Y todas ellas pueden ser fabricadas y elaboradas por Molendum, en solitario o como mezclas de harinas sin gluten para mejorar tanto la absorción de nutrientes por sí mismas, como el balance de aminoácidos, como es el caso de la lisina y la metionina.

Ambos aminoácidos tienen carácter esencial, es decir, no pueden ser sintetizados por el organismo por sí mismo, sino que, necesariamente, han de obtenerse a través de la ingesta y, además, cada uno juega un papel protagonista en funciones esenciales como el metabolismo, en el caso de la metionina, o la síntesis de proteínas, caso de la lisina.

Las harinas de legumbres están ocupando un papel protagonista en la dieta de la tercera década de nuestro siglo, tanto por su capacidad adaptativa para la fabricación de productos de alta calidad nutricional específicos de dietas concretas, como las vegetarianas, veganas o celiacas, como por su versatilidad para cumplir las expectativas de los amantes de las novedades culinarias.

En un contexto de alto nivel de exigencia, es un hecho, las harinas de legumbres ganan adeptos y abren las puertas de la industria alimentaria a un sin fin de combinaciones que tienen el éxito prácticamente garantizado.

Por méritos propios y reconocidos, las harinas de legumbres se están convirtiendo en paradigma de una alimentación sana, completa y sostenible.

COMPARTE ESTE POST