La alimentación se ha adentrado en un entorno tan fascinante como creativo en el que la cocreación y la innovación abierta en el sector alimenticio tienen la última palabra.
Y esa realidad coloca al consumidor, a los departamentos de I+D+I de las empresas, a las startups y a la tecnología, como elementos determinantes en el tablero del juego de la oferta y la demanda.
Un tablero en el que la colaboración actúa como comodín en las estrategias de cocreación e innovación abierta.
Porque la alimentación ha cambiado.
El acto de alimentarse, de comer, está ahora íntima y socialmente conectado con el concepto de equilibrio para las personas y para el planeta.
Una dieta saludable representa tradicionalmente el bienestar físico y mental para las personas, sí, pero actualmente va más allá y sugiere que quienes la practican, la facilitan y la ofertan, -es decir, los cocreadores y el modelo de innovación abierta-, también contribuyen a mantener la salud del planeta, la sostenibilidad y el equilibrio medioambiental.
El proceso de cocreación en el sector alimenticio consigue sumar los intereses de los consumidores con los de las estrategias de la industria para diseñar un producto que, antes de llegar al mercado, ya ha cumplido las expectativas de unos y otros.
La innovación abierta sería el modelo de estrategia que consigue culminar el proceso.
¿Cómo funciona la innovación abierta en el sector alimenticio?
Según el primer informe sectorial de Eatable Adventures, la innovación abierta en el sector es el modelo que va ganando terreno gracias al cambio de mentalidad de las empresas, que han constatado que entornos colaborativos con startups o centros de I+D profesionales o de ámbito universitario, favorecen una innovación mucho más flexible, ágil y eficiente.
Los laboratorios se han instalado en las cocinas, -se estaban acercando y, ahora, forman parte de ellas- y en ellas, y siguiendo el modelo colaborativo propio de la innovación abierta, desarrollan su talento tecnológico equipos de I+D apoyados tanto por startups emergentes como por estrategias de mercado que detallan un conocimiento más cercano de los consumidores potenciales.
Nuevas estrategias de mercado para una industria alimentaria en transformación constante.
Nuevos modelos que facilitan el diseño de alimentos con la mirada posada en la respuesta del consumidor. Es lo que llamamos Foodtech y que podría traducirse como alimentación basada en la tecnología y está de rabiosa actualidad, tanto, que está dejando de ser tendencia para convertirse, en un futuro a muy corto plazo, en el presente de la alimentación.
Recordemos que, en Singapur, desde 2020, ya es legal el comercio de carne cultivada en laboratorio.
La tecnología marca el paso, desde los alimentos de diseño creados a partir de la cocina molecular hasta las nuevas propuestas alimentarias basadas en impresión 3D o carne cultivada en laboratorio, pasando por las exitosas propuestas plant based y sus múltiples aplicaciones en la industria alimentaria.
Se trata de un panorama alentador en el que ya no se puede ir por libre.
En la industria de la alimentación es necesario, más que nunca, crear y formar parte de sinergias para aceptar y superar con éxito los retos del futuro en los que consumidores, tecnología y sostenibilidad son ejes fundamentales.
Cocreación e innovación abierta demuestran sobre el terreno su importancia para el sector alimenticio.
